De los 32 estados que conforman la República mexicana, 15 entidades están catalogadas en rojo por la organización Semáforo Delictivo en delitos de crimen organizado ya que éstas obtuvieron las tasas más altas en los delitos homicidio, secuestro, extorsión, narcomenudeo y robo de vehículo en el primer semestre del 2021.

Los estados que encabezan la lista es Zacatecas, Colima y Baja California con ocho semáforos en rojo respectivamente, le sigue Morelos con siete y Sonora con cinco.

“Sin embargo, hay algunos como Tamaulipas que, aunque no aparece en la lista porque en tasas compara bien contra otros estados, sí tiene zonas muy calientes, sobretodo en la franja fronteriza. Esto se replica en otros estados como Sinaloa o Guerrero”, refirió la organización en un comunicado.

Santiago Roel, director del Semáforo Delictivo, detalló que de todos los delitos mencionados, el indicador de mayor preocupación y relevancia es el homicidio, debido a que se sabe que está directamente relacionado con ejecuciones de narcotráfico.

“No son homicidios ordinarios, 80% o más de los homicidios en México son por mercado negro de drogas”, informó el directivo.

Durante el primer semestre del 2021, la tendencia en los homicidios dolosos se comporta de manera muy similar al año pasado.

Según la organización civil, los homicidios son prácticamente los mismos, con una ligera disminución de 1%, por lo que se mantiene la tasa anualizada de 28 víctimas de homicidios por cada 100,000 habitantes.

Con lo que respecta a los delitos socio-familiares ha subido en lo que va del año y se reportan en rojo: Violación con 33%; Violencia Familiar, 24%; Lesiones dolosas (riñas), 12%; y Feminicidio con 4% de incremento.

“Este es un tema igual de preocupante que el de crimen organizado. Estamos viviendo uno de los años más violentos. Si bien es cierto que los robos y el secuestro han bajado por la pandemia y el confinamiento, por el otro lado, nos ha explotado la violencia que se da en casa”, refirió.

De acuerdo con el análisis de la organización civil, la tasa anualizada de víctimas de homicidio doloso se mantiene en 28 por cada 100,000 habitantes.