El Economista

Análisis de la banca estadounidense

Miguel Cabrera analista

Recientemente, la Corporación Federal de Seguros de Depósito (FDIC por sus siglas en inglés), ha divulgado los datos consolidados de 4,645 bancos comerciales e instituciones de ahorro en uno de los informes más relevante para el sector financiero global.

Los activos totales del sector bancario en Estados Unidos alcanzaron la cifra de 23.5 billones de dólares al cierre del segundo trimestre del 2023, una disminución del 1.1% en comparación con el mismo período del año precedente.

Es notable que un 42.67% del total de los activos está concentrado en solo cuatro instituciones financieras, específicamente JP Morgan Chase, Bank of America, Citigroup y Wells Fargo.

Este dato contrasta significativamente con las otras 4,641 instituciones registradas ante la FDIC, lo que subraya la marcada fragmentación que caracteriza al sector bancario en Estados Unidos.

El sector ha registrado una notable mejora en su utilidad neta, alcanzando un total de 70,772 millones de dólares, lo que representa un incremento del 9.8% interanual. Este desempeño positivo se refleja en el Retorno sobre el Patrimonio(ROE) anualizado para el año 2023, que ha alcanzado un sólido 13.57 por ciento. Este dato denota una expansión de 175 puntos base (p.b.) en relación al segundo trimestre de 2022.

El margen de interés neto se situó en 3.28%, experimentando una contracción de 3 p.b. en comparación con el trimestre anterior, aunque registró un aumento de 48 p.b. en relación con el mismo período de 2022. Esta disminución trimestral se atribuye principalmente al aumento más rápido en el costo de los depósitos en comparación con el rendimiento de los activos rentables.

En cuanto al costo promedio en depósitos, se registró un aumento de 37 p.b. de un trimestre a otro, alcanzando un nivel del 1.79 por ciento. Por otro lado, la tasa promedio de la cartera de crédito experimentó un incremento de 27 p.b. en el mismo período, concluyendo en un nivel del 6.35 por ciento.

Por otro lado, es relevante destacar que las reservas de crédito aumentaron un 3.5% de un trimestre a otro. Como resultado, el coeficiente de cobertura de reservas, que evalúa la relación entre las provisiones y los préstamos a largo plazo en la industria, se encuentra en un nivel del 224.8 por ciento.

Además, es relevante destacar que los gastos distintos a los intereses aumentaron un 5.2% en términos interanuales, mientras que los ingresos no relacionados con intereses experimentaron un incremento más moderado (1.7%), durante el mismo período, alcanzando un total de 78,185 millones de dólares.

En lo que respecta a la cartera de crédito total del sector, esta alcanzó la cifra de 12.29 billones de dólares, experimentando un modesto aumento del 0.70% en comparación con el trimestre anterior. Este incremento se atribuye principalmente a un mayor saldo en tarjetas de crédito, otros préstamos y arrendamientos.

Paralelamente, la cartera vencida total ascendió a 92,991 millones de dólares al cierre del segundo trimestre, un aumento del 0.93% en relación con el trimestre precedente. Esto dio como resultado un índice de morosidad del 0.75%, manteniéndose invariable en comparación con el trimestre anterior.

En cuanto a los depósitos totales, estos concluyeron el semestre en 18.64 billones de dólares, una caída trimestral del 0.53 por ciento. En una perspectiva anual, se observa una reducción del 4.70%, marcando así el quinto trimestre consecutivo en el que se registra una disminución en el total de depósitos del sector.

En resumen, los datos analizados en esta nota ilustran de manera elocuente la complejidad del sector bancario en el contexto de un entorno económico en constante cambio.

En este escenario, los desafíos persistentes para las instituciones financieras radican en encontrar el equilibrio adecuado entre sus ingresos y gastos, así como en gestionar de manera eficaz los riesgos que enfrentan.

Un factor importante para considerar, es que las provisiones tuvieron un aumento significativo interanual de 93.8% y a pesar de que el índice de morosidad (IMOR) se mantuvo estable, este incremento en reservas es considerado como un indicador adelantado de que el IMOR se expandirá.

En caso de que las tasas de interés permanezcan en niveles altos, prevemos una tendencia descendente en las pérdidas no realizadas en inversiones, lo que contribuirá significativamente a la reducción del riesgo de quiebra para los bancos.

En el último trimestre, solo una entidad bancaria regional experimentó la quiebra, mientras que presenciamos la entrada de dos nuevas instituciones y se llevaron a cabo 27 fusiones entre entidades financieras.

Este panorama dinámico y en constante cambio refleja la necesidad imperante en el sector bancario de consolidarse y adaptarse ágilmente ante las fluctuaciones del mercado en un entorno incierto.

Perspectiva Inicial

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2023-09-22T07:00:00.0000000Z

2023-09-22T07:00:00.0000000Z

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