El uso de urnas electrónicas para eliminar el voto en papel sigue siendo un tema que divide. Defensores consideran que México va tarde en su implementación para generar ahorros y cuidar el medio ambiente. Los opositores estiman que el llamado “voto electrónico” es caro y no es inmune a caídas del sistema, ciberataques y fraudes.

La consejera Carla Humphrey, una de las principales promotoras, aseguró que “llevamos más de 30 años con un sistema de voto complejo, tardado y que no da resultados inmediatos”. Apuntó que la implementación del voto electrónico sería paulatina, porque incluso se requeriría de una reforma legal que tendría que aprobar el Congreso.

Recordó que este año, en las elecciones de Coahuila e Hidalgo, el INE hizo un ejercicio de voto electrónico con 94 urnas, y el resultado fue exitoso porque se obtuvieron resultados fidedignos. Añadió que en la encuesta que se realizó a los votantes, 90% avaló el uso del voto electrónico a nivel nacional, y siete de cada 10 manifestó tener mucha confianza en ese modelo.

En el estudio comparado, la consejera argumentó que en Estonia las elecciones son por Internet desde el 2005, y en Brasil en urnas electrónicas desde el 2000. Sobre el costo, dijo que hay instrumentos eficientes de entre 40,000 y 60,000 pesos, e incluso con tabletas. Planteó la posibilidad de que los recursos por las multas de los partidos, en lugar de ir a Conacyt, sean para la compra de urnas electrónicas.

Genera conflictos

Pero la también consejera Dania Ravel —durante el Foro: Voto electrónico, posibilidades y desafíos para su instrumentación en México— dijo que el precio promedio de una urna electrónica es de 73,000 a 209,000 pesos, y se requerirían 162,570 casillas, “pues nos da que tendríamos que haber invertido 11,907 millones 475,000 pesos. Ese presupuesto es mayor al presupuesto base que el INE ejerce en todo este año 2022. (…) Así que parece una falacia señalar que la implementación del voto electrónico mediante urnas electrónicas implica, en automático, una reducción de costos”, pues señaló que también se deben considerar costos de configuración, traslado, almacenamiento, capacitación de uso, auditorías y renta inmobiliaria.

El abogado especialista en temas electorales, César Astudillo, dijo que una eventual reforma para permitir el voto electrónico debe contemplar cambios a la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales; crear un reglamento específico para voto electrónico; cambiar el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) y la operación de los Organismos Locales Electorales, entre otras.

Paul de Gregorio, expresidente de la Comisión de Asistencia Electoral de Estados Unidos, indicó que su país ha tenido un proceso de más de 20 años para implementar el voto electrónico.

“Existen nuevas tecnologías demostradas que refuerzan la integridad de los procesos de los votos en papel, pueden ser interceptados, rotos, sustraídos o alterados; los sistemas electrónicos permiten 12 puntos de datos que se pueden verificar de manera cruzada”, planteó.

El expresidente de la Comisión Electoral de la India, Navin Chawla, indicó que su país comenzó en 1982 gradualmente el uso del voto electrónico y el proceso duró 22 años hasta que en el 2004 las máquinas de votos electrónicos se usaron en toda India por primera vez con un padrón casi 1,000 millones de ciudadanos.

“El elector elige en una pantalla el nombre del candidato, el partido político y el símbolo, y así puede estar seguro de que no hay fraude”, sostuvo.

Cualquier demora en obtener resultados finales, solamente promueve teorías de conspiración”.

Paul de Gregorio, EXPRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE ASISTENCIA ELECTORAL DE EU.