El banco central de Turquía aplicó un recorte sorpresa en las tasas de interés para impulsar el crecimiento económico y mantener el empleo en medio del creciente riesgo geopolítico, y añadió que el aumento de las tasas ha disminuido la eficacia de la política monetaria.

A pesar de que la inflación aumentó hasta casi 80% en julio, el banco recortó su tasa de interés principal de 14 al 13 por ciento.

La institución financiera señaló que los efectos del debilitamiento de los riesgos geopolíticos sobre la actividad económica mundial siguen al alza; las previsiones de crecimiento mundial para el próximo periodo se revisan a la baja y cada vez más la recesión se considera un factor de riesgo inevitable.

“Es importante que las condiciones financieras sigan siendo favorables para preservar el impulso del crecimiento de la producción industrial y la tendencia positiva del empleo en un periodo de creciente incertidumbre sobre el crecimiento mundial, así como de aumento del riesgo geopolítico”, declaró el comité de política monetaria del banco.

“En consecuencia, el Comité ha decidido reducir la tasa de interés oficial en 100 puntos base y consideró que el nivel actualizado de la tasa es el adecuado para las perspectivas actuales”.

Explicó que el aumento de la inflación está impulsado principalmente por el aumento de los costos de la energía debido a acontecimientos geopolíticos, efectos de las formaciones de precios que no están respaldadas por los fundamentos económicos y las fuertes perturbaciones de la oferta.

Además, mencionó que los indicadores adelantados del tercer trimestre apuntan a una cierta pérdida del dinamismo en la actividad económica. El Producto Interno Bruto (PIB) creció 1.2% en el primer trimestre del año, 0.3 puntos porcentuales por debajo del último trimestre del 2021.

El banco central añadió que “el reciente aumento del diferencial entre la tasa de interés oficial y la tasa de los préstamos reduce la eficacia de la transmisión monetaria”.

Ceyhun Elgin, profesor de economía de la Universidad del Bósforo con sede en Estambul, mencionó al diario Financial Times que es posible que se hayan dado instrucciones para un recorte en medio de señales donde el crecimiento parece estar en desaceleración. “El objetivo pudiera ser llevar las cosas adelante, para bien o para mal, hasta las elecciones”, dijo.

El banco central abandona cualquier intención de enfocarse a la inflación y revela su objetivo de apoyar el crecimiento. Sin embargo, con una inflación de 80%, esta medida sólo significa un desastre”.

Cristian Maggio,

JEFE DE ESTRATEGIA DE MERCADOS EMERGENTES DE TD SECURITIES.

79.6% LA INFLACIÓN anual que registró Turquía en julio.