• Las eficiencias y flexibilidades que se pretendían implantar con el acuerdo no han aterrizado en el sector de autopartes.

En otras industrias, la agilización administrativa quizá sea una realidad, pero esa no es la realidad en la industria de autopartes. Su experiencia revela lo contrario”.

Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos, COMUNICADO.

El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) tiene ineficiencias administrativas, lamentó la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA, por su sigla en inglés).

MEMA es la principal asociación de productores de autopartes de Estados Unidos y representa a más de 900 proveedores de vehículos que desarrollan tecnologías y fabrican piezas, sistemas y materiales de equipo original y de posventa. Una de las principales razones por las que MEMA apoyó la aprobación del T-MEC fue la promesa de modernización, mejora de la eficiencia y facilitación aduanera.

“Para otras industrias, tal vez la facilitación se haya hecho realidad, pero esta no ha sido la experiencia del mundo real para la mayoría de los productores de piezas de vehículos”, dijo la Asociación como parte de sus comentarios en el proceso del panel de solución de controversias en materia de reglas de origen automotrices en el marco del T-MEC.

“MEMA reconoce que, al desarrollar y modernizar el acuerdo, la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) y sus homólogos intentaron crear eficiencias y proporcionar flexibilidades. Sin embargo, las experiencias en el mundo real de los proveedores de piezas de vehículos han revelado lo contrario”, añadió.

En opinión de esta organización, sigue habiendo muchas cuestiones sin estar claras y que deben expresarse en el lenguaje normativo y en otros instrumentos de aplicación y orientación.

Por ejemplo, expuso que si bien es útil en algunos casos, el hecho de no contar con un certificado estandarizado para las reglas de origen de automóviles tiene como consecuencia el aumento de la carga administrativa para los proveedores a la hora de realizar las revisiones de cumplimiento de las certificaciones.

Cada productor de vehículos tiene sus propios formularios y formatos para la recogida de información. Además, los productores de piezas de vehículos, a lo largo de la cadena de suministro, también pueden tener sus propios formularios y formatos.

“No hay coherencia, lo que ha provocado impactos significativos en los proveedores de vehículos. Pensemos, por ejemplo, que hay aproximadamente 22 grandes fabricantes de vehículos de pasajeros, cada uno con sus propios formularios de solicitud, formatos, plazos de respuesta, etc. Los fabricantes de automóviles envían solicitudes a cientos de proveedores de primer nivel. Luego, cada nivel 1, a su vez, solicita, a la baja en su cadena de suministro, a cientos de empresas más”, cuestionó.

Las consecuencias imprevistas de algunas de esas "flexibilidades", agravadas por la mayor complejidad relacionada con los productos de automoción, han dado lugar a un aumento de la incertidumbre y de las cargas administrativas, especialmente para los proveedores de vehículos.

Por ello, la MEMA anima a un mayor diálogo entre los proveedores de vehículos y la Administración del presidente Joe Biden para discutir estos impactos y buscar formas de aliviar y reducir las cargas y barreras.

“Y lo que es más importante, la MEMA insta a que el diálogo entre las partes interesadas se traduzca en respuestas oficiales de la Administración y en documentación formal que aporte claridad y certidumbre al sector”. Para otras industrias, tal vez la facilitación se haya hecho realidad, pero esta no ha sido la experiencia del mundo real para la mayoría de los productores de piezas de vehículos”. Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos