La economía mexicana perdería momentum y registraría en julio su tercer mes consecutivo de contracciones, en comparación mensual, de acuerdo con el estimado divulgado este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Los datos del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) evidenciaron que en junio la economía mexicana mostraría una contracción mensual de 0.1%, con lo que hilaría tres meses a la baja: en mayo, se contrajo 0.2% y en junio 0.1 por ciento.

“Las implicaciones de esta estadística son mixtas, pues, aunque confirma que la economía mexicana ha perdido el momentum, el mes pasado se esperaba que junio hubiera caído 0.4%, por lo que la perspectiva parece haber mejorado en buen grado. De esta manera, los resultados de la actividad económica continúan sorprendiendo, aunque el panorama hacia adelante luce complicado y a partir de los resultados recientes es probable que el PIB tenga una contracción en el tercer trimestre", destacó Marcos Daniel Arias, analista de Monex.

Los altos niveles de inflación, así como el incremento de contagios por el Covid-19 fueron los motivos por los cuales la economía mexicana perdió impulso en el mes.

Fue en julio cuando la quinta ola de Covid-19 estalló por las subvariantes que se reportaron y aceleraron los contagios.

Los riesgos para la economía mexicana persisten. Analistas de Banorte destacaron, en primer lugar, la prevalencia de una alta inflación, que en los últimos meses ha alcanzado niveles no vistos en más de dos décadas y se espera que, este mismo mes, alcance un nuevo nivel para después empezar a desacelerarse.

Asimismo, los estrategas mencionaron que otro riesgo es la posibilidad de una menor demanda del exterior, en especial de Estados Unidos, principal socio comercial de México, así como condiciones financieras más apretadas.

“No obstante, ciertos factores pueden contrarrestar lo anterior. En estos últimos destacamos que la demanda doméstica pudo verse favorecida – en términos de ingreso disponible – por la normalización de los pagos de programas sociales, el crecimiento del empleo y fortaleza en las remesas”, consignó Banorte.

En comparación anual, el IOAE lanzó un estimado de crecimiento de 1.5%, con lo cual el crecimiento económico del país se desaceleraría desde el dato de 2.1% anual del mes previo.

Sectores a la baja

Dentro del reporte del IOAE, se observó que los dos sectores que mide, el secundario - donde se engloba a las industrias - y el terciario - donde se encuentran los servicios- observaron contracciones en comparación mensual.

En el caso de las industrias, la contracción esperada para julio es de 0.2% impactadas por la baja demanda de Estados Unidos.

Se trataría de la primera caída que se reporta desde febrero de este año, cuando la contracción fue de 1.2 por ciento.

En el caso del sector de servicios, la caída que registraría sería de 0.1%, con lo que reportaría así su tercer mes consecutivo de contracciones. La contracción tendría su explicación a partir de las bajas en el comercio minorista, así como en los servicios turísticos y de esparcimiento.

Panorama complicado

Hacia adelante, el panorama de la economía mexicana parece complicado ante la persistencia de las presiones inflacionarias, el alza en las tasas de interés a nivel internacional, así como una posible recesión en Estados Unidos, lo cual irremediablemente afectaría a México.

“El dato de hoy cristaliza el panorama de incertidumbre que prevalece sobre la economía, pues, a pesar de que las cifras han sido mejores que lo estimado, el cambio de tendencia en los últimos tres meses es bastante evidente y de momento no hay catalizadores visibles que permitan anticipar algo distinto en el corto plazo”, destacó el analista de Monex.

En tanto, para los estrategas de Banorte los datos del IOAE sugieren una ligera revisión a la baja del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre del año, mientras que la economía al tercer trimestre probablemente continúe moderándose, sin implicar una contracción.

De acuerdo con la estimación oportuna del PIB, en el segundo trimestre del año, la economía creció a una tasa de 1.0% trimestral, con lo que continuó con su proceso de recuperación luego de la crisis económica causada por el Covid-19 y que afectó, principalmente, en el 2020.

Debilidad

Con los retrocesos mensuales, la actividad económica alcanzó su máximo nivel pospandemia en abril pasado, sin un catalizador a la vista hace pensar que la debilidad se mantendrá.

En comparación anual, el IOAE lanzó un estimado de crecimiento de 1.5%, con lo cual el crecimiento se desaceleraría desde 2.1% anual del mes previo.

El dato de hoy cristaliza el panorama de incertidumbre (...) a pesar de que las cifras han sido mejores que lo estimado, el cambio de tendencia en los últimos tres meses es bastante evidente y de momento no hay catalizadores visibles que permitan anticipar algo distinto en el corto plazo”. Marcos Daniel Arias,

ANALISTA DE MONEX.