El Economista

Impone crimen organizado su ley en Chihuahua

Maritza Pérez maritza.perez@eleconomista.mx

• Asuela región serrana y controla drogas, minería y tala ilegales.

Desde hace más de una década, en la Sierra Tarahumara, —zona montañosa que atraviesa el estado de Chihuahua—, los indígenas rarámuri y otras comunidades han sufrido los azotes del crimen organizado, específicamente por la lucha entre los cárteles de Juárez y Sinaloa, quienes se disputan la tala ilegal, el cultivo de amapola, el despojo de tierras y la minería ilegal.

Aunque el estado de Chihuahua ha sido por mucho tiempo un centro de producción de drogas, en los últimos años los grupos del crimen organizado han diversificado sus actividades, logrando incursionar en delitos como tala ilegal, que en años recientes ha puesto en peligro a miembros de comunidades indígenas y defensores del medio ambiente en zonas remotas, como la Sierra Tarahumara, específicamente a la población rarámuri, la cual han sido víctima de desplazamientos y asesinados.

En la sierra Tarahumara, convergen los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua, y es una de las principales regiones para la producción de marihuana y amapola de México, además de ser uno de los principales corredores de droga con destino a Estados Unidos, lo que explica la batalla por el territorio entre grupos criminales.

Diputas criminales

Y es que las dos principales organizaciones criminales locales que se disputan ese corredor, trabajan para dos grandes cárteles: el grupo de La Línea (Cártel de Juárez), y el grupo Gente Nueva, (Cártel de Sinaloa).

Mientras que en la Sierra Tarahumara la batalla se da entre un grupo vinculado al Cártel de Sinaloa, conocido como Los Salazar, que tienen base de operaciones en el estado de Sonora, y la facción del Cártel de Juárez, conocida como La Línea, quienes al adentrarse en el estado de Chihuahua comenzaron a enfrentarse fuertemente en los últimos años.

Sin embargo, pese a que todavía tiene vínculos con el Cártel de Juárez, La Línea es visto cada vez como un actor más independiente, lo que podría ser un hecho que dificulta las dinámicas de poder en la región.

Mientras que otro grupo que surgió hace poco para desafiar el control del Cártel de Juárez a lo largo de la frontera es el Nuevo Cartel de Juárez, dicho grupo supuestamente se alió con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) para ayudarlos a entrar a la zona, sin embargo, La Línea del Cártel de Juárez y Los Salazar, del Cártel de Sinaloa, parecen mantener una mayor afluencia en la zona, señaló un análisis de la consultora Insight Crime.

El Cártel de Sinaloa, tiene gran control sobre los cultivos de marihuana y amapola en el llamado Triángulo de Oro, que incluye los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua. Las propias autoridades han reconocido que la violencia en los municipios al sur de Chihuahua, es decir, el área de la Sierra Tarahumara, tiende a ser causada por el Cártel de Sinaloa contra la población civil.

El monopolio del Cártel de Sinaloa, en la zona se encuentra en manos de Noriel Portillo, alias el Chueco, sospechoso del homicidio de sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en la región Tarahumara del municipio de Urique.

Desde 2018, era señalado por el gobierno local como principal sospechoso por el asesinato de turistas y desapariciones de pobladores y activistas.

Chihuahua, uno de los estado más grandes de México, cuenta con unas 25,000 hectáreas de bosques, compuestos en su mayor parte por el tipo de pino que se cosecha en grandes cantidades en el país, y la mitad de esas zonas boscosas se encuentra en la Sierra Tarahumara, cadena montañosa en el suroeste del estado, donde habita una gran comunidad indígena.

Además de tener un clima y condiciones propicias para el cultivo a gran escala de la amapola de opio y la marihuana.

Es así como el tráfico ilícito de madera es una de las principales preocupaciones de muchas de las comunidades indígenas de la Sierra Tarahumara, según una encuesta realizada por la Comisión Estatal para los Pueblos Indígenas (COEPI) en febrero de 2018.

Los municipios más afectados por la tala ilegal en Chihuahua se encuentran al sur y al oeste del estado: Maguarichi, Guerrero, Uruachi, Ocampo y Madera, al igual que Guadalupe y Calvo y Bocoyna, según la Agencia de Investigación Criminal de EU. Esas zonas son también algunas de las más violentas.

Desde el 2013 se identificó a la sierra Tarahumara y al “Triángulo Dorado” como prioridad para la seguridad nacional.

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2022-06-23T07:00:00.0000000Z

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