Es Madrid, 1 de mayo de 1980. Arturo Pajuelo y Joaquín Martínez acuden a la manifestación del Día del Trabajo. Al concluir, caminan por la calle Tarragona. Dos individuos se atraviesan en su camino. Pajuelo recibe nueve puñaladas en el hígado y sus pulmones; Martínez recibe dos. Pajuelo muere en el Hospital 12 de octubre. Martínez sobrevive.

Los criminales presuntamente son Íñigo de Guinea y Daniel Fernández de Landa Roca, militantes de la Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista (JONS). Los dos escaparon de la justicia y se asentaron en México, según revela El País en su edición impresa del 15 de mayo.

Los periodistas Joaquín Gil y José María Irujo viajaron a León, Guanajuato para realizar la investigación.

Fernández de Landa, de 64 años, está acusado de haber asesinado al líder vecinal madrileño Arturo Pajuelo Rubio. El País confirma que este individuo también formó parte de un comando fascista que asaltó al madrileño bar San Bao, “donde murió el soldado Juan Carlos García, de 20 años”.

Desde 1985, Fernández de Landa se esconde en la Ciudad de México.

“México también ha arropado a De Guinea, acusado del apuñalamiento que dejó al borde de la muerte a Joaquín Martínez Mecha”.

De Guinea reside en León.

Desde que llegaron a México, “los neofascistas inscribieron pisos (departamentos) a su nombre, crearon empresas y se registraron como extranjeros en organismos gubernamentales mexicanos”, escriben Joaquin Gil y José María Irujo en El País.

¿Cómo es posible que, con orden de detención de la Interpol de por medio, diversos gobiernos mexicanos no haya localizado a Íñigo de Guinea y a Daniel Fernández de Landa Roca?

El País apunta que Fernández de Landa consiguió la nacionalidad mexicana en 1990 y De Guinea cambió su nombre: de Íñigo pasó a ser Ignacio.

Los periodistas localizaron vía telefónica a Íñigo de Guinea el pasado 10 de mayo. La conversación duró 3 minutos. “¿Íñigo de Guinea?”, pregunta el periodista. “Sí, soy yo”, responde.

El periodista le comenta la intención de su llamada.

De Guinea reconoce que trabajó con Fernández de Landa hace 20 años en una empresa mexicana de plásticos.

De Fernández de Landa se sabe que dirigió la empresa Distribuidora e Importadora Los Delfines en Naucalpan de Juárez. Se casó con la hija de un empresario mexicano Vivió junto a su familia en San Juan de Aragón. Registró una propiedad en Valle Escondido. Los periodistas de El País entrevistaron a residentes de la zona. Nadie reconoce su nombre. ¿Lo cambiaría?

De Guinea vive en León. En la Calle Canciller en la colonia Real Providencia.

Los apuñalados requieren justicia. ¿Llegará?