El Economista

Entre México y Estados Unidos: crisis migratoria

Eliseo Rosales Avalos Twitter: @Erosalesa

Miles de migrantes centroamericanos, pero sobre todo haitianos se encuentran atrapados en el puente Internacional de Ciudad Acuña, en Coahuila. Familias enteras son presionadas por la Guardia Nacional mexicana para regresar sobre sus pies a Tapachula, Chiapas, enfrente los espera la patrulla fronteriza americana, más intimidante que nunca y en medio, durante el trayecto por territorio nacional grupos de criminales y autoridades corruptas los esperan para extorsionarlos y/o desparecerlos. Un viaje sin retorno.

Con balsas improvisadas, bolsas de plástico, las cadenas humanas de migrantes se aventuran en el caudaloso río, a la mitad del río donde la corriente apremia los migrantes entregan a sus hijos a las embarcaciones estadounidenses, los menores son los únicos autorizados por el gobierno americano para recibir ayuda humanitaria.

Una verdadera tragedia se gestó en la frontera, la política migratoria de México y Estados Unidos y las recurrentes crisis económicas generaron la tormenta perfecta. Morir en el intento antes que morir de hambre y desesperanza en casa.

Para los migrantes hacinados contra la frontera de Estados Unidos no hay un regreso feliz, gastaron los ahorros de su vida para alcanzar el sueño americano.

Mientras el canciller Marcelo Ebrard busca acrecentar su poder para llegar al Palacio Nacional en el año 2024 y el presidente Andrés Manuel López Obrador se prepara para festejar la fundación de la gran Tenochtitlan, con la estatua de Cristóbal Colon, presa en un bodegón en la Ciudad de México, cientos de niños migrantes son entregados voluntariamente por sus padres a las autoridades americanas.

Pero que se puede esperar de un gobierno que da abrazos a los delincuentes y persigue a los investigadores y científicos del Conacyt. Ahora resulta que es más peligroso el Dr. Enrique Cabrero que el jefe de una organización criminal. Me recargo en la pared.

Cuanta desesperanza puede albergar el corazón de un padre que entrega a sus hijos. Estas familias y otras de migrantes no caben unidas más en el mundo, líneas en un mapa y absurdos documentos migratorios, los separan, su pecado procurarse una mejor vida.

Querido lector, lo peor de todo es que esta crisis ya está normalizada, a nadie le importa, llama más la atención la calidad interpretativa de la Dra. Beatriz Gutiérrez Müeller, Covid-19, pobreza y violencia son los ingredientes perfectos, Siria, Turquía, México, da igual. Por supuesto los grupos vulnerables, los niños son los más afectados. Hasta la próxima, que ya me puse sensible.

El Foro

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2021-09-27T07:00:00.0000000Z

2021-09-27T07:00:00.0000000Z

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