El Economista

Al rescate de Agroasemex

Alberto Aguirre alberto.aguirre@eleconomista.mx

Aquellos que argumentan que la Cuarta Transformación repudia a la comunidad científica deben considerar el ascenso de los físicos en este sexenio. En el Palacio del Ayuntamiento, un grupo formado hace tres décadas en la Facultad de Ciencias en la UNAM y encabezado por Claudia Sheinbaum, dirige los destinos de la capital de la República.

Otros expertos en matemáticas aplicadas a la economía también han sido reclutados por el gobierno federal. Uno de los casos más recientes es el de Breno Lorenzo

Madero Salmerón, físico de la UNAM y maestro del Courant Institute, quien cumple 20 días al frente de Agroasemex, por designación directa del secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O.

Las decisiones económicas requieren de esa mentalidad estratégica. Y más, en la aplicación de las políticas públicas para el sector agropecuario. El nombramiento de Madero Salmerón —quien después de una década de actividades académicas ingresó al servicio público en el 2015 y ha acumulado experiencia en Pemex, FND y la CNSF— será ratificado por el consejo de administración de la paraestatal en sesión ordinaria.

El pase de estafeta, empero, no fue terso. Para el anecdotario de las resistencias internas que ha debido enfrentar la propuesta de transformación promovida desde Palacio Nacional está la rebeldía del director saliente, Javier

Delgado Mendoza, quien, a pesar de no haber sido ratificado en ese cargo por el nuevo titular de la SHCP, permaneció en funciones dos meses y amagó con una controversia antes de aceptar su liquidación.

Durante los dos primeros años del sexenio. Delgado Mendoza fungió simultáneamente como director general de Agroasemex, el FOCIR, del Fideicomiso de Riesgo Compartido y de la Financiera Nacional de Desarrollo; cuatro entidades de importancia estratégica para el sector rural.

Esa concentración de funciones en apariencia era concordante con la austeridad republicana y contó con el aval del entonces jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo. Una situación similar ocurrió en la naciente Segalmex, con el agravante que los mandos superiores de esa nueva entidad ocupaban posiciones —y cobraban— en Liconsa y Diconsa mientras nacía la nueva paraestatal.

Delgado Mendoza concentró sus funciones en la Financiera y esperó paciente la aprobación del Congreso para una nueva instancia —Agrofin— que nunca llegó. Mientras tanto, en las otras dependencias a su cargo delegó el desahogo de los asuntos cotidianos en directores adjuntos. En Agroasemex, su brazo derecho fue Luis Fernando Rodríguez Castañeda, quien el pasado 31 de julio —en ausencia del director general— suscribió los estados financieros del primer semestre del 2021, donde quedó registro de 113 millones de pesos como pérdida bruta, que sumados a gastos administrativos y las obligaciones salariales, generaron un EBITDA negativo de 213 millones. El año anterior, las pérdidas operativas ascendieron a 323 millones.

La política de austeridad de la administración lopezobradorista convirtieron a Agroasemex en el protector todo el gobierno federal, incluido Petróleos Mexicanos. Delgado Mendoza, había dejado —en julio del 2020— la titularidad de la FDN a Baldemar Hernández y ambos habían quedado a cargo de la instrumentación de un esquema de microcrédito para pequeños productores agropecuarios, vinculado con un seguro catastrófico que sería gestionado en los Centros de Desarrollo Integral.

La inexperiencia y los problemas operativos han dado al traste con esa iniciativa, pero sobre todo los recortes presupuestales. Para el ejercicio fiscal 2020, la Cámara de Diputados había destinado 2,500 millones de pesos para un seguro catastrófico y un fondo de coberturas de riesgos, pero el Ejecutivo federal decidió reasignarlos, por la contingencia sanitaria.

Política y Sociedad

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2021-09-27T07:00:00.0000000Z

2021-09-27T07:00:00.0000000Z

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