El Economista

Preocupa nivel de violencia en México y Brasil

•Más de la mitad de sus poblaciones, junto a la de Afganistán, declaran que la agresión es el mayor riesgo para su seguridad

El Cronista

Buenos Aires. El nivel de paz en todo el mundo cayó en 2020 sobre todo por el aumento de disturbios y protestas civiles, así como la creciente inestabilidad política. Ésa es la conclusión central del Índice Global de Paz publicado ayer, un estudio que realiza el Instituto para la Economía y la Paz (IEP), un laboratorio de ideas con sede en Sídney.

Según los datos recabados, las protestas violentas aumentaron un 10% a nivel global, especialmente en Bielorrusia.

El director ejecutivo para las Américas del IEP, Michael Collins, dijo a Europa Press que el "principal impulsor de la caída de la paz" en el último año fue el aumento de las manifestaciones violentas, y el incremento de la militarización.

"En 2020 hubo casi 15,000 manifestaciones violentas, protestas o disturbios alrededor del mundo", dijo antes de matizar que en varios casos los disparadores fueron las restricciones por el coronavirus, la brutalidad policial y el racismo -como es el caso del movimiento Black Lives Matter en Estados Unidos- las reformas agrarias en países como India o las políticas económicas en América Latina.

Los resultados del estudio reflejan este año un deterioro de la paz del 0.07 por ciento. Y aunque es el noveno empeoramiento de estos niveles en 12 años, la cifra es la segunda más baja desde que se comenzó a realizar este informe.

Con una mejora de la situación en 86 países y un empeoramiento en otros 75, los resultados muestran un escenario en el que los conflictos y crisis surgidos en la última década parecen llegar a un punto muerto "solo para ser sustituidos por una nueva ola de tensión e incertidumbre" que emana de la pandemia de Covid-19 y las tensiones entre las principales potencias.

Desde que estalló la pandemia se registraron 5000 eventos violentos relacionados con

el Covid-19.

Creciente militarización

La violencia sigue siendo, en definitiva, un problema acuciante en todo el mundo y el principal riesgo para la seguridad y vida en casi un tercio de los países. Más de la mitad de la población de Afganistán, Brasil, Sudáfrica, México y la República Dominicana declaran que la violencia es el mayor riesgo para su seguridad. En otras zonas como Hong Kong, Líbano, Venezuela, Afganistán y Zambia la población dice sentirse cada vez menos segura.

Se produjo un aumento de la inestabilidad política y de la militarización. La zona más afectada es Norteamérica, donde se han producido fuertes disturbios a lo largo del último año, especialmente en Estados Unidos. Estas manifestaciones se han extendido a otros 61 países desde 2008, con un aumento del 244% entre 2011 y 2019.

Estados Unidos, China, Alemania y Corea del Sur presentan un mayor incremento en su gasto militar durante los dos últimos años.

En términos generales, el impacto económico de la violencia aumentó en 2020 hasta los US14.96 billones, lo que equivale aproximadamente a un 11.6 por ciento de PIB mundial, debido al aumento del gasto militar.

La pandemia condujo inicialmente a una disminución de la violencia, en particular los homicidios y los delitos violentos. Sin embargo, este tipo de violencia pronto volvió a los niveles previos a la pandemia”.

Michael Collins, DIRECTOR EJECUTIVO PARA LAS AMÉRICAS DEL IEP.

Portada

es-mx

2021-06-18T07:00:00.0000000Z

2021-06-18T07:00:00.0000000Z

https://digital.eleconomista.com.mx/article/282303913091755

El Economista