EL AVANCE DE LA VACUNACIÓN CONTRA EL COVID-19 Y LA APERTURA DE LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS GENERÓ EXPECTATIVAS MUY POSITIVAS SOBRE LA RECUPERACIÓN ECONÓMICA QUE TENDRÍA EL PAÍS ESTE AÑO, sin embargo, conforme fueron avanzando los trimestres, diferentes obstáculos se fueron sumando para lograr la meta por arriba de 6% del crecimiento del PIB.

Si bien en los meses previos la economía mexicana se vio impulsada por la recuperación de Estados Unidos, esto no ha sido suficiente, es necesario fortalecer la economía interna con políticas públicas acordes a la nueva realidad.

Actualmente temas como una reforma al sector energético o la incertidumbre que rodean las consultas ciudadanas son factores que están contribuyendo al deterioro de la confianza de los inversionistas, lo cual resulta peligroso si se transforma en fuga de capital.

Y a esto se le suma la subido en los precios, la inflación a tasa anual se aceleró en noviembre más de lo esperado y superó nuevamente por mucho el objetivo oficial de 3 +/- 1%, al ubicarse en 7.37%, su registro más alto desde enero del 2001, y desde 6.24% registrado en octubre.

De tal manera que es necesario que los responsables de la política económica del país elaboren planes de acción que atajen consecuencias imprevistas, pues ya hay diferentes alertas que muestran que el 2022 puede ser un año complicado en materia económica si no se trabaja en generar confianza para los inversionistas y se retoman proyectos atraigan capitales extranjeros.