EL MUNDO ESTÁ CAMBIANDO y las necesidades evolucionan, el nuevo orden global obliga a que todos los países cuenten cada vez con más con inversiones que cuiden al planeta.

Hace unos días se llevó a cabo en el Reino Unido, la Cumbre del G-7 donde los principales líderes económicos del mundo, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá y Japón, se comprometieron a impulsar un crecimiento global sustentable.

En el acuerdo, además de impulsar la donación de 1,000 millones de vacunas y prevenir futuras pandemias, se enfatizó en la necesidad de seguir trabajando en reducir la huella de carbono a través de un plan de financiamiento destinado a países menos desarrollados.

También las siete economías se comprometieron a convertirse en neutros en carbono a más tardar en 2050 y a reducir en 50% sus emisiones de CO2 de aquí a 2030, con relación a 2010.

Ya no hay vuelta atrás, la sustentabilidad llegó para quedarse y con este nuevo enfoque se está buscando que también los países en desarrollo tengan acceso a más recursos mientras se acelera el cambio global hacia las energías renovables y tecnologías sustentables.

La revolución verde tiene el objetivo que todos los países del planeta logren eliminar gradualmente las plantas de carbón así, como reducir las emisiones de dióxido de carbono en: la agricultura, el transporte y la fabricación de acero y de cemento. El camino es largo pero no imposible.