El Economista

FIEL A SU ESENCIA

La incorporación de un tren motriz eléctrico lo coloca en la ruta de la movilidad del mañana. A pesar del cambio, sus valores como un vehículo emocional se mantienen.

Marcos Martínez marcos.martinez@eleconomista.mx

Hoy en día en las grandes ciudades difícilmente se pueden rebasar los 80 km/h de velocidad máxima, los trayectos generalmente son menores a los 70 kilómetros diarios y el vehículo se la pasa detenido la mayor parte del día. La realidad de movilidad se acerca al supuesto anterior, y es a partir de estas necesidades de transporte que se han ido configurando las propuestas por parte de la industria. Esta vez te platicaré de una dirigida totalmente para desenvolverse en las congestionadas calles de una urbe pero sin perder los valores de la marca a la que representa.

El Mini Cooper-SE es la apuesta en el segmento de los vehículos eléctricos que la firma inglesa lanza al mercado. Es el primero en comercializarse masivamente pero el segundo con este tipo de propulsión. Fue en 2008 cuando se presentó el Mini E, un auto que sirvió como conejillo de indias para evaluar su uso diario, consideraciones en cuanto a la recarga de la batería y la proyección de este tipo de tecnología a futuro. En México algunas unidades se entregaron a diferentes centros de investigación y universidades para permitirles conocer a detalle su concepto.

IDENTIDAD ÚNICA

Si bien el nuevo Mini Cooper -SE no recurre a adaptaciones en tamaño y formas, sí tiene elementos distintivos que son muy claros. Basta mencionar que tiene un largo de 3,850 milímetros y una altura de 1,432 milímetros. La única diferencia que podemos encontrar si somos muy observadores es que la altura de la suspensión es 18 milímetros más alta que el Mini con motor de combustión y ello obedece a que la batería se encuentra alojada en el piso del habitáculo y por lo tanto ocupa un mayor espacio. Le siguen algunos elementos pintados en el color Energetic Yellow y que van desde los espejos laterales, pasando por los rines, los logos y algunos puntos específicos del interior. Algunas ligeras modificaciones las encontraremos en el frente y específicamente en la parrilla que al no requerir refrigerar y proveer oxígeno a un motor de combustión, está cerrada logrando así una menor resistencia al avance. Fuera de ello basta mencionar que carece de escape pero que la toma de para la alimentación eléctrica está ubicada en el mismo sitio que la convencional para la gasolina.

TACTO ÚNICO

La comunicación que se logra entre el puesto de conducción y el resto del vehículo es algo único que solo está presente en Mini, y esa característica se mantiene intacta en este modelo. Ya en el interior la posición de manejo es igual de cercana al piso que en cualquiera de sus hermanos de casa, y en la que también se agradece la cercanía de todos los controles y la perfecta visibilidad en cualquier ángulo. Frente al conductor se ubica un nuevo display digital de información a color de 5” que ofrece detalles como el nivel de energía de la batería, la velocidad a la que circulamos, indicaciones del sistema de navegación así como el porcentaje de energía que demandamos en cada aceleración. Ya en la consola central nos topamos con las conocidas palancas; en este modelo al tratarse de un eléctrico, la que corresponde al encendido del sistema está igualmente pintada en verde. Junto a ella está la que activa alguno de los modos de regeneración de la batería en fases de desaceleración. En la parte alta de la consola está la pantalla circular de 8.8” que es sensible al tacto y a color; cuenta con Apple CarPlay y sistema de navegación.

Por lo que se refiere a comodidad y habitabilidad, mantiene el espacio disponible para 4 adultos aunque también es cierto que existen reservas de espacio en la segunda fila. La tapicería recurre a piel denominada como Cross Punch en color Carbon Black y armoniza con el volante multifunción forrado en piel Nappa. El sistema de aire acondicionado es automático pero si se opta por una mayor eficiencia energética no funcionará; de ello te platicaré más adelante. Tiene techo panorámico del que podemos bloquear los rayos del sol mediante una delgada malla aunque en

la práctica y durante este primer contacto, te puedo decir que no es muy efectiva para evitar que te acalores. En los detalles de confort están la activación eléctrica de las ventanillas y espejos retrovisores así como los ajustes manuales, entre ellos de altura, para los asientos delanteros. Además del puerto USB también se agrega un cargador inalámbrico. El espacio de cajuela (211 litros), se mantiene como en el Mini de 3 puertas y con motor a combustión pues la ubicación de la batería no le afecta.

ELECTRICIDAD PARA LA CIUDAD

Para muchos no parecen suficientes sus poco más de 234 kilómetros de autonomía pero es en este punto que Mini señala que la orientación de su producto es totalmente para la ciudad. Antes de pasar a los detalles mecánicos quiero mencionarte que la batería de ion – litio, está ubicada debajo de la banca trasera y a lo largo del conocido túnel de la transmisión. Su posición es un factor clave para lograr una ventajosa distribución de pesos porque el generador eléctrico es más ligero que un propulsor térmico y porque la masa se distribuye sobre un área más grande y no únicamente en el eje delantero.

La batería solo penaliza en 145 kilogramos adicionales para dejar la báscula en un total de 1,365 kilogramos. Otros factores que juegan a favor del Mini Cooper SE son un centro de gravedad más bajo y el mismo esquema de suspensión que en su variante a gasolina pues el eje delantero conserva la arquitectura McPherson mientras que en el eje posterior se utiliza un esquema Multilink. El motor eléctrico está ubicado en el eje delantero y cuenta con una potencia de 135 kW o su equivalente a 184 caballos de potencia. Pero lo más relevante es el torque, que al ser producido por un generador, está disponible de inmediato por lo que sus 270 Nm de par se dejan sentir desde el primer momento. La transmisión es de una sola marcha y gestiona a la perfección el sistema de recarga. Te conté anteriormente del botón para las modalidades de recuperación de la energía; éstas son Suave y Máxima. Con la segunda se siente la mayor resistencia por lo que una vez que aprendemos a dosificar la carrera del acelerador, podremos disminuir la velocidad casi con la misma intensidad que si aplicáramos el freno. Esta modalidad se recomienda en ciudad en donde las detenciones son muy comunes. La electrónica también le permite contar con 4 modos de conducción: Sport, Mid, Green y Green+. De todos ellos es el último con el que se puede alcanzar el nivel máximo de autonomía pero también hay que tener claro que no funcionará el climatizador, únicamente la ventilación. La batería, con una capacidad de 32.6 kWh, puede recargarse hasta con un máximo de 50 kW. Con una cargador con esta potencia puede regenerar del 0 al 80% en 35 minutos. En cambio con un Wallbox de 7.4 kW el tiempo empleado para el mismo porcentaje será de 3.2 horas. De acuerdo a la información proporcionada por la marca y con el costo de la energía al momento de la presentación, el costo por la regeneración al 100% es de 107.93 pesos. Entre sus prestaciones están una aceleración de 0 a 100 km/h en 7.3 segundos y una velocidad máxima de 150 km/h.

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2021-12-10T08:00:00.0000000Z

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