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Escondida bajo un suv, el nuevo EQC muestra que no hay que temer a la autonomía. El lujo tradicional de Mercedes ahora se reinterpreta con una visión futurista y tecnológica.

Marcos Martinez marcos.martinez@eleconomista.mx

En la parte final de 2020 conocí a este modelo gracias a un evento preparado por la marca y en el que los especialistas de producto me contaron todos los detalles sobre este suv de propulsión eléctrica. Dos motores eléctricos, un sinfín de asistencias a la conducción así como una cabina que raya en lo futurista, son solo algunos de los puntos clave del EQC y de los que te contaré en esta edición.

GENEROSAS DIMENSIONES

La idea de vehículos eléctricos pequeños considerados únicamente para rodar en ciudad ya son cosa del pasado. Cómo notarás EQC está materializado en una carrocería suv aunque con algunas consideraciones importantes de las que te voy a platicar más adelante.

El largo tiene 4.7 metros por 1.6 metros de altura y 1.9 metros de ancho. Cómo verás no se trata de un auto que penalice el espacio sino que por el contrario buscar transmitir la misma practicidad que uno equipado con motor térmico. Sobre las consideraciones a tomar en cuenta que te mencioné líneas arriba, me referí a la poca altura del auto al piso debido a que el conjunto de las baterías se encuentra debajo de los asientos pero sin invadir el habitáculo. La ventaja que tiene este detalle es un centro de gravedad más bajo.

La carrocería tiene un trabajo especial de aerodinámico por lo que evita el uso de alerones, splitters o enormes entradas de ventilación. Por el contrario su fisonomía con líneas dinámicas permite que el viento circule sin oponer tanta resistencia lo que también se traduce en un menor ruido en la cabina. Es por ello que notamos una integración casi perfecta de todos los elementos como el emblema casi al ras de la parrilla, los faros al ras de la carrocería con tecnología Multibeam o los rines de 21” con un tratamiento igualmente aerodinámico para evitar la generación de turbulencias.

PARA 5 PERO MEJOR 4

El interior fue confeccionado con una orientación familiar aunque la segunda fila va mejor para 2 adultos. Las plazas delanteras gozan de una excelente ubicación a la que suman los ajustes eléctricos.

Del tablero agradezco que aún mantenga un conjunto de botones y que no todas las funciones estén concentradas en un display. El sistema MBUX está conformado por dos pantallas de 10.25” de alta resolución. El asistente “Hey Mercedes” simplifica la mayoría de las funciones como hacer una llamada, obtener una ruta en el navegador hacia un destino incluso conectarnos a la nuestro hogar a través de la red y configurar el climatizador, por ejemplo.

POTENCIA DE SOBRA

Se vale de 2 motores eléctricos, uno por eje. La entrega de potencia, sumada a los modos de conducción, puede mejorar a la de casi cualquier deportivo. Sin embargo lo más sorprendente es la capacidad de recarga de la batería, pues en un viaje hacia Metepec, y aprovechando las pendientes, el consumo fue de apenas un cuarto de la carga total. La batería tiene una capacidad de 80 kWh, que dependiendo del estilo de manejo y la buena administración del sistema de regeneración, puede alcanzar hasta los 430 kilómetros de autonomía.

CONCLUSIÓN

Mercedes-Benz avanza rápidamente en la puesta en el mercado de ofertas eléctricas. Este EQC es un auto para el día a día, y gracias a su tecnología la transición hacia este modo de propulsión es muy amigable.

PRUEBA DE MANEJO

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2021-05-28T07:00:00.0000000Z

2021-05-28T07:00:00.0000000Z

https://digital.eleconomista.com.mx/article/281642488087758

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